Había Una Vez...
.... una niña pequeña, inocente y dulce que correteaba inquieta por su hogar. Tenía mucha curiosidad de conocer el mundo, esas montañas hermosas que le contaban sus abuelos... ¡¡La nieve blanca blanca!!!... Ella quería hacerse de mucho amigos, para jamás estar sola. Casi todas las noches soñaba que su príncipe azul venía a rescatarla, y que a partir de ese día la rescataría por siempre hasta que los dos se quedaran durmiendo por toda la eternidad... juntos. Era un sueño tan pero tan perfecto que ni ella lo creía.
Al pasar los meses sus ganas de salir, conocer y explorar aumentaban cada día mas. Un día se cumplió lo que tanto anhelaba, comenzó a vivir en el mundo real. Ya desde el primer día se decepcionó mucho de lo que vio. Mucha gente triste, sola y hasta discriminada. Se asustó y no quiso salir más de su casita, la que en ese momento le daba toda la seguridad que necesitaba. Después de un tiempo lograron convencerla que salga de nuevo, que el mundo perfecto que ella soñaba existía dentro de ella y que si luchaba con todas sus fuerzas podría cambiar todo lo malo que la rodeaba. Con más fuerzas que antes afrontó la realidad que rompía en miles de pedacitos su cuento de hadas.
Al pasar los años, la pequeña niña descubrió tantas cosas.... Comenzó a vivir, a sentir y a darse cuenta de todo lo que ocurría a su alrededor. Mucha gente pasó por su vida, algunos todavía siguen con ella y otros siguieron su camino. Los sentimientos le causaron mucha curiosidad, no entendía como podía reír y al minuto siguiente estar empapada en llanto. Todavía le cuesta comprender cómo un amigo pudo darle la espalda o lo vacío que puede llegar a ser el ser humano cuando de por medio está el maldito dinero, ese sucio billete que corrompe el alma de los más débiles.
La pequeña niña jamás se rindió, todo lo que aprendió la hizo más y más fuerte, siempre contó con su ángel guardián y siguió adelante con la frente bien en alto. Si bien veía cosas horribles en el mundo siempre intentó volver a su cuento de hadas sacando todo lo mejor de la vida. El sol, la brisa y un abrazo fuerte podían hacerle olvidar todo el dolor vivido, las lágrimas y el desamor.
Había una vez... una pequeña niña que con los años creció, pero dentro suyo seguía siendo aquella inocente muchacha. Jamás perdió en su interior la ilusión de vivir feliz con la gente que ama. Aunque todos se burlaban de ella, siempre confió en que su príncipe azul vendría a rescatarla de la maldad de los otros, haciéndole olvidar todo el dolor que le habían causado.
Con toda la paciencia y la fuerza del mundo, la niña entendió que todo ocurre a su debido tiempo....
Al pasar los meses sus ganas de salir, conocer y explorar aumentaban cada día mas. Un día se cumplió lo que tanto anhelaba, comenzó a vivir en el mundo real. Ya desde el primer día se decepcionó mucho de lo que vio. Mucha gente triste, sola y hasta discriminada. Se asustó y no quiso salir más de su casita, la que en ese momento le daba toda la seguridad que necesitaba. Después de un tiempo lograron convencerla que salga de nuevo, que el mundo perfecto que ella soñaba existía dentro de ella y que si luchaba con todas sus fuerzas podría cambiar todo lo malo que la rodeaba. Con más fuerzas que antes afrontó la realidad que rompía en miles de pedacitos su cuento de hadas.
Al pasar los años, la pequeña niña descubrió tantas cosas.... Comenzó a vivir, a sentir y a darse cuenta de todo lo que ocurría a su alrededor. Mucha gente pasó por su vida, algunos todavía siguen con ella y otros siguieron su camino. Los sentimientos le causaron mucha curiosidad, no entendía como podía reír y al minuto siguiente estar empapada en llanto. Todavía le cuesta comprender cómo un amigo pudo darle la espalda o lo vacío que puede llegar a ser el ser humano cuando de por medio está el maldito dinero, ese sucio billete que corrompe el alma de los más débiles.
La pequeña niña jamás se rindió, todo lo que aprendió la hizo más y más fuerte, siempre contó con su ángel guardián y siguió adelante con la frente bien en alto. Si bien veía cosas horribles en el mundo siempre intentó volver a su cuento de hadas sacando todo lo mejor de la vida. El sol, la brisa y un abrazo fuerte podían hacerle olvidar todo el dolor vivido, las lágrimas y el desamor.
Había una vez... una pequeña niña que con los años creció, pero dentro suyo seguía siendo aquella inocente muchacha. Jamás perdió en su interior la ilusión de vivir feliz con la gente que ama. Aunque todos se burlaban de ella, siempre confió en que su príncipe azul vendría a rescatarla de la maldad de los otros, haciéndole olvidar todo el dolor que le habían causado.
Con toda la paciencia y la fuerza del mundo, la niña entendió que todo ocurre a su debido tiempo....
...Y cuando sus sueños comenzaron a tomar forma... Vivieron Felices Por Siempre !!
Hola pequeeeee, que alegria verte de nuevo jejeje Sabes, he visto la frase de tu blog, esa que tienes de Sabina, pues sabes que? Ayer fui a un concierto suyo, y canto esa canción jejeje Un besazo wapa
Si ese principe azul te estuviera buscando, pero en lugar de venir montado en un caballo blanco vestido con atuendos brillantes estuviera arriba de una mula y con arapos, lo aceptarias igual..? =)
Me gustaria saber tu respuesta..
*Besos Any*
... No importa si viene a pata o en Mercedes Benz... Mientras sea el principe con el que sueño... Quien sabe...?? Aunque a veces uno está tan ciego que quizas el principe de verdad se encuentra al lado nuestro... y uno no lo ve...
Muy bueno el text de hoy.
la verdad muy bueno..
pero el tema esta en...
si viene a pata y en arapos como dice Anita..
me parece que seria muy complicado descubrirlo no?
Hey!! Gracias por el comentario.. Me quedó la duda de la persona que lo publicó...
Gracias los que leen, los que publican y los que no hacen nada!! Besos a todos!! A ver si me solucionan el anonimato que me pone nerviosa!! jejeje